La tendencia a la centralización ha sido una constante durante siglos. Pero hoy el mundo vive otra Era, una Era en la que cobra fuerza lo distribuido, las redes y las interconexiones para dar otro significado a la vida planetaria. Y eso también repercute en las organizaciones.
Las prácticas de Responsabilidad Social se han ido extendiendo con más fuerza en los últimos años hacia el interior de los países, dando lugar a lo que llamamos una “RSE Regional” que permite ver otro horizonte del alcance que puede tener una gestión responsable.
No nos referimos aquí sólo a aquellas empresas que eligen llevar sus prácticas de RSE a comunidades en las que operan, dentro de un territorio nacional, sino a aquellas empresas que son eminentemente regionales (y que incluso pueden no tener sedes en la capital).
¿La RSE en Regiones afronta los mismos retos? ¿Si el despliegue territorial es menor, eso influye en el impacto de las acciones sobre terreno? ¿La cercanía que no tiene una empresa que no es del lugar, representa un valor agregado a la hora de impulsar la RSE y se refleja en su grado de compromiso?
Estas son algunas preguntas que surgen, para evaluar un fenómeno que va avanzando de cara a los nuevos contextos de empresa que se tienen hoy, y que ya vienen definidos por las prácticas de responsabilidad y sustentabilidad.
La RSE Regional es también una RSE que tiene menor capacidad de difusión y repercusión en medios tradicionales de gran alcance, pero eso no parece haber limitado su crecimiento en toda América Latina.
En Argentina, detectamos interesantes experiencias en la región Litoral, Centro y NOA; en Chile, II, VII y VIII Región; en Perú, en Arequipa y Piura; en Ecuador, Guayaquil y Manta; en Colombia, Cali y Cartagena; en Venezuela, Maracay, por poner algunos ejemplos.
Si pensaramos en algunas características en común hay 3 que destacan entre las empresas regionales:

• Sistemas de Gestión y Estándares. Por cuestiones más vinculadas a competitividad y oportunidades de mercado, las empresas regionales suelen tener que hacer un mayor esfuerzo para posicionarse en el mercado. Y esto repercute positivamente en la implementación de Sistemas de Gestión de RSE y adopción de Estándares globales.
• Mejor Vínculo con la Comunidad. Las personas son la materia prima fundamental de una empresa, y parte del valor que generan en una empresa radica en el termómetro que representan respecto de lo que pasa afuera. Eso le permite a las empresas regionales generar un vínculo más estrecho con su Comunidad inmediata.
• Mayor compromiso interno con la RSE. Como consecuencia del punto anterior, así como es afuera, es adentro. La mayoría de trabajadores y cadena de valor de las empresas regionales suelen ser… regionales. Allí juega entonces un componente emocional distintivo y potenciador de la RSE interna.

Si tienes algún punto de vista más para agregarnos desde una empresa regional, no dudes en sumarlo en los comentarios. Nos interesa conocer de nuevas experiencias!

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