Estamos ante un tiempo especial para el Reporting Corporativo, en el que han surgido nuevas Normas de Divulgación a nivel global, y los Estándares que conocíamos están en pleno proceso de reacomodamiento frente al escenario actual de cambio.

En este contexto, a los Practitioners (practicantes de la implementación de los Estándares y Normas) les pueden surgir diversas dudas y hasta pueden crearse escenarios de confusión, algunas veces, intencionados por quienes desean posicionarse como los mejores expertos para ayudar a tu empresa a dar “el siguiente paso”.

Pero antes de emocionarnos con los cambios, mejor tomémonos unos minutos para reflexionar y exploremos qué sucede con el que hasta el momento ha sido el principal Estándar de referencia para la elaboración de Reportes de Sostenibilidad: GRI.

La preparación de GRI para el contexto actual

La puesta en marcha de la iniciativa del ISSB para lograr nuevos Estándares de Divulgación de Sostenibilidad a nivel global, coincidió con la renovación de los Estándares GRI en 2021. La Global Reporting Initiative venía de su más importante upgrade, el Marco GRI G4, donde había establecido una mayor relevancia al estudio de Materialidad.

Y ahora con los Estándares todo parecía terminar de consolidarse y brindar una plataforma más consistente para que los Reportes de Sostenibilidad pudieran finalmente ser más comparables entre sí.

Pero en el ambiente de los Reportes se comenzó a plantear la idea que “GRI ya no tendría razón de Ser” con la salida de nuevos Estándares globales. Y allí se perdió un tiempo valioso para acelerar la transformación.

Finalmente, pasado el shock, desde GRI parecen haber recogido el guante y tomaron la iniciativa de acelerar su proceso de Estandarización, desarrollando un set de 40 Estándares Sectoriales que permitirán acompañar de una forma más cercana a las empresas que elijan GRI para sus procesos de Reporte.

¿Por qué vamos a seguir necesitando Reportes elaborados con GRI?

Parte de la confusión que se ha establecido en los últimos meses en el ámbito profesional de la Sostenibilidad se ha generado dado que los Estándares emitidos por el ISSB se los ha llamado también “Estándares Globales de Divulgación de Sostenibilidad”. Y claro, esto se presta a la confusión acerca de que se trata de una competencia directa de los Estándares GRI, por tanto, “mejor vamos por lo nuevo e innovador”.

Ahora bien, quizás alguien se dejó llevar por la emoción del momento o no hizo bien la traducción: las Normas NIIF S1 y S2 dicen claramente que son “para la divulgación de información financiera relacionada con la Sostenibilidad”.

O sea, que si en tu Reporte venías sumando 20 páginas de donaciones, árboles sembrados, niños haciendo juguetes con tus plásticos de un solo uso y el Voluntariado para pintar la escuela de tu comunidad… lo mejor es que lo sigas reportando con GRI porque las Normas S1 y S2 no son (ni serán) para eso.

Y aún cuando tu Reporte aún pueda incluir el link entre el resultado financiero y el indicador de Sostenibilidad, probablemente tu empresa quiera seguir dirigiéndose a un público multistakeholder, ya que las Normas NIIF S1 y S2 fueron diseñadas para reportar a los inversionistas. En este sentido, los Estándares GRI aún tienen mucho recorrido por delante si continúan su senda de Estandarización sectorial.

¿Cómo denominar de ahora en más a tu Reporte?

Otro aspecto en el que se está prestando a la confusión, es en el de la denominación del Reporte publicado. En 2023, muchas empresas se han visto tentadas por renombrar ESG todo lo que llevaba el rótulo de RSE o de Sostenibilidad, como si estuviéramos revolviendo una ensalada (“total todo se mezcla en el estómago”).

Y esto no es raro, si hemos ido escuchando algunos consultores de Reputación decir a viva voz que “ESG es la evolución de la Sostenibilidad”. ¡Mire usted, no lo habíamos advertido! Basta entonces con abrir los PDF de los Reportes ESG 2022 que se han ido publicando por parte de varias empresas de América Latina para llevarse la gran decepción: es el mismo Reporte de Sostenibilidad que ya venían realizando pero ahora, con título nuevo.

Para salir entonces de esta confusión ya casi permanente, sugerimos revisar los 4 puntos de esta Infografía que hemos preparado:

Conclusión

Los Reportes de Sostenibilidad elaborados según los Estándares GRI seguirán siendo relevantes en el ámbito corporativo porque las empresas los han adoptado como un mecanismo de comunicación preferencial.

Aún cuando no todas las empresas reportantes logran sacar el provecho de su Reporte a lo largo del año, seguirá siendo uno de los mejores instrumentos para acercar su impacto en sostenibilidad a sus diversas partes interesadas.

Y si llegado el caso, la regulación del lugar donde operan, les obligan a reportar según las Normas NIIF S1 y S2, allí también podrán seguir utilizando GRI para nutrir con ciertos indicadores (no todos, ciertamente).