Imáginate estar ante un inmenso valle, rodeado de vegetación y no tener claridad acerca de por dónde iniciar tu andar para llegar al otro extremo.
Si no hay un camino trazado, una ruta que ya alguien transitó y sobre la que dejó alguna huella, deberás estimar cuál es el recorrido que deberás hacer para llegar del punto A (donde te encuentras) al punto B (donde quieres llegar).

En el ámbito de la Sostenibilidad Corporativa, esa ruta, ese camino que atraviesa el valle fértil es la Estrategia de Sostenibilidad. Sin una Estrategia clara, llegar al otro lado del Valle puede resultar un camino tedioso, en el que te pierdas de forma recurrente, cometas errores innecesarios y un camino en el que probablemente te desanimes cuando te des cuenta que ya todos los que necesitaban recorrer el mismo trayecto han llegado a su meta y siguen hacia nuevos desafíos.

Esto que describimos como una analogía, es algo muy común que vemos en empresas de todos los tamaños, en toda la región. Muchas veces porque consultan a profesionales que no están bien formados en el tema y requieren vender complejidad de procesos en lugar de soluciones efectivas. Otras veces, porque omiten pasos críticos para establecer esa Estrategia y cuando los resultados no se ven en el corto plazo, aparece el desánimo.

Así todo, la Estrategia de Sostenibilidad no sigue una estructura única. Cada empresa puede establecer los pasos que le ayuden a realizarla de la manera que le sea más efectiva, pero en todos los casos habrá puntos en común.

Por ejemplo, siempre se parte del Análisis del Contexto. Para llegar a definir los temas de Materialidad, hay que dar algunos pasos necesarios previamente. Y para saber cuál será el mejor camino que deberás tomar en este Valle de la Sostenibilidad, será también muy importante identificar a tus grupos de interés y poder dialogar con ellos para que te brinden algunas “pistas” que no te hagan perder tiempo de más.

Y al final de ese recorrido, cuando hayas cumplimentado todos los pasos necesarios, seguramente te pedirán que puedas elaborar un Reporte de la situación. ¿Cómo hubieras logrado generar ese Reporte sin contar con todo el aprendizaje, perspectivas y datos relevantes que te proporcionó haber atravesado el Valle a través de tu Estrategia?

Es por ello que, sin Estrategia, no hay Reporte. Pero entonces, ¿no se puede hacer un Reporte sin Estrategia? Se puede, sí. Pero a ese Informe le faltarán muchos condimentos, y los Pilares que sostengan todos los datos que deberás proporcionar.
Sin Estrategia, tu Reporte carecerá de metas realistas que probablemente no estarás en capacidad de poder definir.

Por el contrario, si te concentras en hacer bien tu Estrategia de Sostenibilidad, tendrás el 60% del Reporte ya preparado. La labor de recolección de datos será igual de tediosa pero más sencilla porque tendrás claridad acerca de qué necesitas obtener, y principalmente, el enfoque de los datos.

Nuestro consejo final, entonces, es que no menosprecies la posibilidad de elaborar una Estrategia de Sostenibilidad para tu organización. No te apresures a cruzar el Valle de la Sostenibilidad si aún no tienes en tu mano la brújula que te indicará cuál es el Norte.