El mundo empresarial finalmente entendió que para hacer y hablar de Sostenibilidad Corporativa hay que pasar primero por el tamiz de la relevancia de los temas.
Días atrás, una empresa de telecomunicaciones en Perú, al presentar su Reporte de Sostenibilidad utilizó parte del tiempo en resaltar la sostenibilidad del cacao y su aporte a la biodiversidad. Todavía los asistentes a dicha presentación están intentando buscar la conexión entre las redes 5G, la mejor calidad de la cobertura y el impacto en las comunidades, temas que seguramente sean mucho más relevantes para el tipo de negocio.
Los grupos de interés quieren saber cómo opera tu empresa de forma sostenible, si genera impactos positivos, y si genera negativos, cómo los aborda y mitiga. Por ello, para evitar involucrarte con temas que crees que son relevantes, pero en realidad no lo son para el negocio que lleva adelante tu organización, se elabora un Estudio de Materialidad.
¿Para qué sirve contar con un Análisis de Materialidad?
Principalmente para no estar hablando de A, cuando deberíamos estar comentando B. Y fundamentalmente para poder fortalecer la mirada estratégica de la Sostenibilidad en nuestra organización, al contar con un horizonte claro de aquellos temas en los que efectivamente generamos un impacto o que están generando un impacto en nuestra organización.
El valor de la Doble Materialidad
Y aquí es precisamente donde entra en juego el valor de la Doble Materialidad. Ya hemos dicho en este blog que la Doble Materialidad no es un requisito para elaborar un Reporte ni está determinada por los principales Estándares que utilizan las empresas de América Latina y Caribe para elaborar su rendición de cuentas.
Ahora bien, se ha vuelto una práctica algo común en parte porque se la percibe como “tendencia” (algo a nuestro juicio, erróneo) y también porque cada vez más compañías están comenzando a reportar con Estándares que requieren una Materialidad Financiera, entonces se aprovecha la ocasión para mixear con la Materialidad de Impacto.
En este sentido, una Doble Materialidad se vuelve un activo para reforzar la mirada estratégica que -aún en empresas que no requieran utilizarla- les permite posicionarse a las mejores prácticas de sostenibilidad de clase mundial y diferenciarse ante sus clientes y como proveedores de Grandes Compañías y Gobiernos.
Y vale recordar que la Doble Materialidad también es dinámica, y requiere una revisión periódica de los temas que pueden afectar desde el Contexto, así como una mirada más exhaustiva al menos cada tres años y siempre alineada a la Estrategia de Sostenibilidad.
En CapacitaRSE, contamos con un Taller Online de Doble Materialidad, que se dicta de forma bimestral y también disponible InCompany -online y presencial- para grupos de más de 5 personas de una misma organización. ¡Aprovéchalo para actualizarte!
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