Los Derechos Humanos son derechos fundamentales. Se hace imprescindible que las organizaciones adopten, prevengan y mitiguen prácticas que afecten los Principios básicos, aquellos inherentes a todo ser humano por el sólo hecho de su existencia. De cómo poder trabajar este tema desde las empresas y el Estado disertó Alberto Guajardo, nuestro Jefe de Consultoría y Docente, en el 4to. WebinaRS del Ciclo 2014 de CapacitaRSE, realizado el 3 de septiembre ante una gran audiencia. En este post, las principales conclusiones y repercusiones.

A partir de la tragedia de Bangladesh, el Trabajo Infantil y forzoso y las denuncias de comunidades locales sobre las actuaciones de las empresas, entre otras situaciones en las que se incurren en violaciones a los Derechos Humanos, se hace imprescindible que las organizaciones adopten, prevengan y mitiguen prácticas que afecten los Principios básicos, aquellos señalados en los 30 Principios Rectores establecidos por la ONU a partir del trabajo de John Ruggie.

Proteger, respetar y remediar, además de mitigar y reparar eficazmente, es decir la Debida Diligencia, que deben adoptar organizaciones y Estado (más allá de su tamaño) es lo que remarcó Guajardo como uno de los asuntos relevantes, material, que resultan y resultarán de fundamental importancia para la gestión sostenible ya que los impactos negativos, pueden afectar seriamente la reputación y el accionar de la empresa. Las violaciones de estos derechos en la cadena de suministro, en los Derechos Laborales, en las comunidades locales y en toda la cadena de valor constituye una responsabilidad inneludible para toda organización.

“Los Derechos Humanos son inherentes, inalienables y universales, indivisibles e interdependientes” remarcó Alberto Guajardo en su exposición. Bajo esta consideración, en un mundo complejo y conflictivo, donde aún se desconoce claramente cuáles son estos derechos y cuáles son los deberes y responsabilidades de los Estados y Organizaciones para velar por su cumplimiento y remediar su afectación, toma fundamental relevancia el generar conocimientos y responsabilizarse por los impactos de su afectación.

Los Estados deben proteger a las personas para que no se vulneren sus derechos y para que hacer cumplir las leyes, así como asesorar, alentar y exigir a las empresas su cumplimiento en todo su ámbito de influencia. Por su parte, las empresas deben comprometerse a respetar los Derechos Humanos acogiéndose además a normas internacionales que estén más allá de cualquier estado. Así es como deben asesorarse en buenas prácticas, establecer compromisos, determinar riesgos y políticas y códigos y procedimientos para resolver situaciones donde se hayan violado alguno de éstos derechos. Esto implica que debe abrir una comunicación transparente y proactiva con los Grupos de Interés, para informar de los mecanismos de reclamación en forma fehaciente. De igual forma, de haberse visto afectado alguno de estos derechos, las compañías deben remediar y reparar rápidamente las consecuencias de este impacto negativo, haciéndose cargo de lo sucedido y tomando las medidas necesarias para que que no vuelva a repetirse.

En América Latina este tema es aún una cuenta pendiente que necesitará de líderes comprometidos para incorporarlo en la estrategia de sostenibilidad con un marco adecuado para llevar a cabo la debida diligencia que estos impactos imponen. Para ello es preciso contar con especialistas en la gestión de DDHH por parte de las empresas, ya que conocer los principios y establecer las medidas necesarias para proteger, reparar y remediar correctamente los impactos sobre estos derechos, es una cuestión que se hace imprescindible hoy en día para cualquier organización que se considere socialmente responsable.

Justamente por este motivo, la necesidad de expertos en la materia, es que CapacitaRSE cuenta con un Curso Express para entender la relación entre Derechos Humanos y Empresa, formación que resulta indispensable a la hora de gestionar un tema tan sensible.

Te invitamos a revivir este WebinaRS desde el video adjunto, así como conocer sus repercusiones en Twitter con el Storify que incluimos al final de este post.