El Estudio de Materialidad es quizás el proceso más crítico de cualquier Estrategia de Sostenibilidad, e incide de forma directa en su vitrina exterior: el Reporte.

Realizar este proceso de forma errónea traerá múltiples consecuencias para la organización. Desde mostrarse poco profesional por brindar una mirada acotada de sus impactos, hasta presentar desequilibrios que le obliguen a generar cambios constantes año tras año afectando así su performance ESG y su ciclo de Reporte.

Y la cuestión se vuelve un poco más compleja aún, cuando elegimos llevar adelante una Doble Materialidad en la que requeriremos combinar la perspectiva material financiera (aquellos impactos que afectan el rendimiento operativo y la creación de valor de nuestra organización) junto con los impactos de sostenibilidad en la sociedad, el medio ambiente y el desarrollo económico.

En esta línea, uno de los errores comunes que genera inconsistencias en el proceso a lo largo del tiempo, radica en la consulta a las partes interesadas. Muchas empresas pasan de un extremo a otro: de consultar únicamente a sus stakeholders internos a elaborar una encuesta para cualquier persona que conoce la marca (ya ni siquiera la empresa).

Seamos honestos. ¿Quién no ha recibido una encuesta de materialidad de una empresa con la que nunca ha interactuado y de la que ni siquiera es consumidor directo?. La cuestión de la objetividad en el análisis de los temas materiales ya es todo un eje de discusión y las encuestas masivas no parecen ser la mejor solución para este (y otros)  problemas asociados.

A su vez, el Estudio de Materialidad debe intentar de reflejar cierto equilibrio en las opiniones, ya que no es lo mismo contrastar la mirada de 10 ó 15 miembros de la alta gerencia con 30 representantes de los demás grupos de interés, que hacerlo con 800 personas que participaron a través de una encuesta web. La desproporción salta a la vista, y aún no estamos diciendo nada sobre el grado de objetividad que pueden tener esas respuestas.

Si hablamos entonces de elaborar una Doble Materialidad, habrá una serie de temas (los que tienen impacto material financiero) que serán de discusión para la alta gerencia. Pero cuando tratemos los temas de impacto material, allí además de las voces internas deberemos salir a relevar cómo afectan cada uno de estos temas a las otras partes interesadas de la organización.

La solución de la encuesta web o vía email es viable, pero ciertamente no es la mejor (o no debería ser la única). Podemos realizar focus group con clientes y proveedores. Reuniones de diálogo informal con las Comunidades. Y algunas entrevistas en profundidad con líderes de gobiernos y academia.

De esta manera, nos podremos asegurar contar con una representación por tercios, donde podamos ofrecer equilibrio en la mirada material de la organización. Y será importante incluir dentro de nuestro Reporte cómo hemos desarrollado esta metodología, para ofrecer una mirada lo más objetiva posible de un proceso que no deja de expresar subjetividades.

Nuestro Taller Bimestral de Doble Materialidad es una excelente oportunidad para que puedas reforzar este proceso crítico para tu organización e incorporar a tu próximo Reporte una mirada más acertada de lo que esperan las diversas partes interesadas.