Nuestro mundo empresarial actual se enfrenta a desafíos sin precedentes en términos de sostenibilidad. En este contexto, la observación del entorno se convierte en una herramienta esencial para impulsar cambios significativos. En este artículo, exploraremos cómo los profesionales de la sostenibilidad pueden mejorar sus estrategias tomando en cuenta tres perspectivas clave: el zoom in, el zoom out y la visión del artista.
Perspectivas Claves para la Observación del Contexto
Al observar el contexto solemos hacerlo desde dos perspectivas claves: el zoom in y el zoom out. Es decir, teniendo particular interés en los detalles (visión central) o centrándonos en la Big Picture (visión perisférica). Ambas perspectivas no se producen en simultaneo: si miras el árbol, te pierdes del bosque; si miras el bosque, se te difumina el árbol.
Sin embargo hay una tercera manera de observar el contexto y esta es la visión del artista. Cuando un artista busca recrear la realidad suele entrecerrar los ojos para percibir, de esa manera, las lineas básicas, las figuras geométricas que lo componen, las relaciones entre ellas, los puntos débiles y los puntos fuertes, las luces y las sombras. Esta es una habilidad que te ayudará a encontrar los puntos de unión entre el zoom in y el zoom out.
Estamos de acuerdo que la observación y evaluación del contexto es fundamental si queremos elaborar una estrategia de sostenibilidad eficaz, una estrategia que logre integrarse en el ADN de la organización y no simples enunciados vacíos. Entender dónde estamos parados como empresa u organización a nivel global, regional y local nos ayuda a impulsar acciones coordinadas en busca de los objetivos propuestos a corto, mediano y, sobre todo, largo plazo.
Sin duda buscar el juego a largo plazo es lo que nos asegura la continuidad, entendiendo que continuidad no es “hacer siempre lo mismo”, sino aprender a leer el contexto, liderar el cambio o, en su defecto, aprender a adaptase a él.
Sesgos Cognitivos y Variables Humanas en la Sostenibilidad
Sin embargo existe una falla fundacional en cualquier observación: solemos hacerlo desde nuestros propios sesgos cognitivos y los de la organización. En definitiva, solemos ver lo que queremos ver: ya sea tomando de la realidad solo los elementos que confirman nuestras hipótesis o confiando ciegamente en los datos obtenidos, sin preguntarnos cómo se obtuvieron.
Entre las variables que solemos olvidar está la humanidad de los grupos humanos. Cuando toca (dentro de la metodología) encontrar una correlación entre lo investigado a nivel global o regional y la posible aplicación en el campo, elaboramos encuestas sin tener en cuenta el principal punto débil de este tipo de herramientas: la presión social. Hay incluso experimentos que confirman este hecho.
El uno a uno también puede estar supeditado a las “repercusiones” que se obtendrán al responder (ya sean positivas o negativas), y en las acciones anónimas -que podrían estar más acordes con el pensamiento sincero de quien las responde- no es ciento por ciento fiable. ¿Por qué? Porque las personas:
- Creen que quieren algo, pero esa creencia está basada en supuestos que, al ser contrastados con la realidad, se abandonan sin más
- Creen que hacen algo que efectivamente difiere de la realidad (porque muchas veces responden con lo que les gustaría)
- Suelen responder lo que se supone que deben responder
- Responden desde la lógica pero en la acción los domina la emoción o viceversa.
Sucede a menudo en ámbitos donde se exige un cambio, pero no se está dispuesto a transitar la incomodidad que supone ejercerlo. Contradicciones humanas que debemos tener muy presentes si queremos crear un impacto real y no solo tener bonitos trabajos investigativos que no devienen en acciones efectivas sobre la realidad.
Aplicación Práctica de las Perspectivas
Un profesional de sostenibilidad debe tener presente entonces las 3 miradas si quiere avanzar en una estrategia que genere transformaciones significativas, y considerar muy seriamente el tiempo como un factor fundamental en la implementación.
Dentro del contexto en gran medida global (aunque comienza a hacerse patente en lo regional y en cada vez más industrias y sectores) se presenta la inclusión de lo tecnológico, no solo como parte de la transformación digital, sino como cambio de paradigma cognitivo y relacional. Esto trae, por supuesto, oportunidades y riesgos. Lo curioso es que lo que puede ser oportunidad para algunos puede convertirse en riesgo para otros y viceversa. Esto solemos abordar en nuestras clases en CapacitaRSE, diferenciar entre la tendencia global o regional y las oportunidades y riesgos particulares de cada sector o industria y de cada empresa u organización en particular. En este sentido la flexibilidad de las miradas: zoom in, zoom out y artística (central, perisferica y minimalista) son fundamentales en un liderazgo sostenible.
Urge aprender a conectar la observación con la ideación y la implementación y comprender cómo se influyen, potencian o desplazan mutuamente en un ecosistema complejo y volátil.
Entender las relaciones ocultas a simple vista, comprender lo que une las aguas arriba y las aguas abajo es quizas la habilidad más crucial.
Veamoslo en un ejemplo: consideremos una empresa que busca implementar una estrategia de sostenibilidad. Desde una perspectiva “zoom in,” podrían analizar detenidamente su cadena de suministro, identificando oportunidades para reducir el desperdicio y mejorar la eficiencia. Desde una perspectiva “zoom out,” podrían examinar tendencias globales de sostenibilidad y regulaciones que podrían impactar su industria. La perspectiva del artista les permitiría ver cómo su empresa encaja en el panorama más amplio de la sostenibilidad, identificando posibles sinergias con otras organizaciones.
5 valores en alza en escenarios ESGT
La tecnología está empezando a conducir a mejores soluciones para cumplir con los criterios ESG que las empresas se imponen. Analizar rutas logísticas en función del impacto en las emisiones de CO2 y en las condiciones del clima que nos proporciona la información satelital, ayuda a la empresa a cumplir con sus tiempos, mitigar su huella de carbono y optimizar sus costos de traslado.Valores que observamos en las soluciones tecnológicas que están revolucionando la manera de hacer en las industrias y en la vida cotidiana de la humanidad.
Pero agudicemos la vista y apliquemos la mirada minimalista o artística. De las soluciones tecnológicas orientadas a implementar criterios ESG podemos identificar al menos 5 valores en alza, veamos:
1. TRANSPARENCIA:
Frente al avance de la IA y la robotización, la ética vuelve a tener un espacio central en las grandes empresas. El green-washing y el ilusionismo discursivo se combaten con trazabilidad de la cadena de valor, blockchain y otras soluciones tech.
2. SIMPLICIDAD:
Las soluciones tecnológicas (y de las otras) que triunfan tienen algo en común: son simples de usar. La aguda comprensión de la neurociencia aplicada al desarrollo de productos y servicios es un bien de esta era. En tu equipo deberías tener perfiles UX (user xperience) que te ayuden a crear estrategias con foco en las personas.
3. COLABORACIÓN:
En ambientes hiperespecializados abusamos del zoom in, y quienes trabajamos en priorización sabemos que cuando todo parece relevante, nada lo es. Un perfil T (El perfil T combina conocimientos especializados profundos en un área con habilidades transversales que son aplicables en una variedad de contextos laborales) o un generalista que coordine los equipos puede hacer una gran diferencia. La implementación de dinámicas ágiles, sin coordinación con mirada zoom out puede ser bastante frustrante a nivel organizacional. Iterar, sin perder de vista el objetivo es la clave. En cuestiones de estrategia de sostenibilidad, la colaboración puede exceder el ámbito de la propia empresa y buscar alianzas dentro del sector o industria o en sectores e industrias complementarios dentro de la misma comunidad.
4. REPORTABILIDAD:
Frente a la cultura del storytelling y la narrativa (que son muy valiosos pero no excluyentes de los datos) la reportabilidad es el cable a tierra de la empresa. No es solo contar lo que hacen, sino contrastarlo con los datos de manera organizada y según indicadores claros. Lo que percibimos y lo que efectivamente sucede puede tener un gap, los datos duros nos ayudan a entender cómo salvarlo y fortalecer la gestión.
5. ANTICIPACIÓN:
La pandemia fue una sorpresa para quienes no tenían escenarios de futuro diseñados. La creación de escenarios nos ayuda a elaborar respuestas y protocolos con anticipación (aunque este concepto debe ser comprendido desde la antifragilidad). No todas las empresas poseen equipos preparados para ello. En ese sentido la IA puede ayudarnos a elaborar algunas proyecciones si le damos las instrucciones correctas y sabemos cómo iterarlas. En los escenarios disruptivos es más común dejarse invadir por la emoción y la amenaza, de ahí el valor de la anticipación. Pero cuidado, no pretendas controlar la realidad a través de modelos rígidos.
Interactúa con tu Contexto: Método y preguntas para la reflexión
A medida que avanzamos en este viaje de exploración, te invito a reflexionar sobre cómo estas perspectivas pueden aplicarse a tu propio trabajo en sostenibilidad. ¿Cómo podrías utilizar el enfoque “zoom in” para abordar desafíos específicos en tu empresa? ¿Dónde podría ser más efectivo un enfoque “zoom out” para anticipar tendencias? Y finalmente, ¿cómo podría la perspectiva del artista ayudarte a ver oportunidades no evidentes a simple vista en el camino hacia la sostenibilidad?
Como profesional interesado o ejerciendo la sostenibilidad en tu empresa, es fundamental traducir las ideas en acciones concretas. Para ayudarte en este proceso, te propongo un ejercicio práctico que te permitirá aplicar las perspectivas de “zoom in,” “zoom out” y la visión del artista a tu trabajo diario.
¿Te animas? Sigue estos pasos:
Paso 1: Identifica un Desafío de Sostenibilidad
Elije un desafío o área de mejora específica en tu organización relacionada con la sostenibilidad. Puede ser la gestión de residuos, la eficiencia energética, la cadena de suministro sostenible, la gobernanza corporativa, o cualquier otro tema material.
Paso 2: Perspectiva “Zoom In”
- Analiza detenidamente los detalles de este desafío. ¿Cuáles son los problemas específicos que enfrentas? ¿Dónde se generan los mayores impactos ambientales o sociales?
- Identifica oportunidades para mejoras concretas. ¿Dónde se pueden implementar cambios específicos para abordar estos problemas?
Paso 3: Perspectiva “Zoom Out”
- Amplía tu enfoque y observa cómo tu desafío se relaciona con tendencias globales y regulaciones en el ámbito de la sostenibilidad.
- Investiga qué están haciendo otras organizaciones en tu industria o sector para abordar desafíos similares. ¿Puedes aprender de sus enfoques?
Paso 4: Perspectiva del Artista
- Utiliza la “visión del artista” para obtener una imagen de interconexiones y aspectos clave. ¿Cómo encaja tu organización en el panorama más amplio de la sostenibilidad?
- Identifica posibles sinergias o colaboraciones con otras organizaciones o partes interesadas que podrían fortalecer tus esfuerzos de sostenibilidad.
Paso 5: Integración y Plan de Acción
- Ahora que has explorado tu desafío desde estas tres perspectivas, crea un plan de acción integral que aproveche los conocimientos adquiridos.
- Define pasos concretos, plazos y responsabilidades para la implementación de mejoras en tu área de sostenibilidad.
Paso 6: Evaluación y Aprendizaje Continuo
- Implementa tu plan de acción y realiza un seguimiento constante de los resultados.
- Aprende de los éxitos y desafíos a lo largo del proceso, y ajusta tu enfoque según sea necesario.
Este ejercicio práctico te permitirá aplicar directamente las perspectivas de observación del contexto en tu trabajo de sostenibilidad y generar un impacto real en tu organización. Recuerda que la sostenibilidad es un viaje continuo, y la adaptación y la mejora constante son clave para el éxito a largo plazo.
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