¿Te has preguntado alguna vez cómo puedes tomar decisiones educativas que no solo enriquezcan tu currículum, sino que también te impulsen a liderar y marcar la diferencia en tu campo? Descubre la clave para convertir tu inversión educativa en un verdadero motor de crecimiento profesional, en lugar de un gasto pasivo.
Más, no significa mejor
Últimamente, observo una gran carga horaria sincrónica en formaciones online, quizás un efecto no deseado de la mala gestión de convertir una formación presencial en una a distancia sin tener en cuenta las diferencias metodológicas y pedagógicas de una y otra.
Creo que es importante no confundir “horas de aprendizaje” con “horas silla”.
Más horas de “clase”, más sesiones en Zoom sincrónicas no te asegura una mejor formación. A veces suele generar el efecto contrario: hartazgo, poca profundidad en la reflexión sobre la acción, exceso de información, sin oportunidad de integración sobre la gestión efectiva de ese conocimiento en el ejercicio cotidiano de la profesión.
Existen distintos niveles de comprensión y cada estrategia educativa tiene un sentido si se la ve como parte de una aproximación holística de la formación. Que una metodología en particular sea efectiva en sí, no significa que sirva para todo momento dentro del proceso de aprendizaje.
5 elementos que debes considerar al elegir una buena formación
Una formación que genere un real impacto en tu trayectoria profesional debe enfocarse en conocimientos teóricos cuidadosamente curados, junto con la oportunidad de:
- Entrenar habilidades esenciales tales como:
– el pensamiento crítico
– la reflexión sobre la acción
– la autogestión (que incluye la toma de decisiones informadas y el ejercicio de la disciplina)
– la posibilidad de entrenar tu inteligencia intra e interpersonal (valiosa habilidad sin la cual el liderazgo se vuelve imposible). - La comprensión del contexto y de las interrelaciones existentes menos obvias en el ámbito de aplicación del conocimiento adquirido. Si una formación te informa sobre las tendencias que ya son obvias, no te está ayudando a entender cómo buscar por ti mismo esas tendencias en el futuro. Te está dando el pescado, no te está enseñando a pescar. ¿Cómo ejercitar la competencia fundamental en tiempos volátiles? ¿Cómo aprender a ver las interrelaciones menos obvias que están creando las tendencias del futuro? Una buena formación te entrena en esto, no solo para que puedas predecir escenarios dentro de tu sector o industria, pero también en el panorama global y regional.
- La interacción con profesionales que “están haciendo”, para acortar la brecha entre la teoría académica y la práctica profesional.
Un profesor que enseña desde la teoría, pero no ha testeado esos conocimientos en la práctica, está muy bien para dar los primeros pasos en cualquier disciplina, pero no te dará las herramientas necesarias para la comprensión 360 de la problemática con la que te podrás encontrar en el terreno. Necesitas de profesionales que hacen, que conocen cómo esas teorías actúan en la realidad, entender las conexiones y sistemas que interactúan frente a cada decisión. Muchos de esos profesionales te darán una mirada humana y realista de la teoría.
- Poder demostrarse a uno mismo que no solo “ha entendido” los conceptos, sino que tiene la capacidad de aplicarlos en la realidad de la empresa o la organización de modo de impactar sobre su mejora continua.
Muchas formaciones apabullan con información “encontrable” en internet o en publicaciones especializadas, pero carecen de espacios para desafiarse a sí mismo al momento de aplicar ese conocimiento en ejercicios realistas. Recitar conocimientos y saber cómo y cuándo usarlos son dos habilidades muy diferentes.Y por último, pero no menos importante:
- Convertirte en parte de la solución de los problemas del mundo, ejerciendo la transformación sostenible. Y esto, claro, debería poder hacerse sin sacrificar la vida personal o el tiempo de descanso o de entretenimiento, sin pasar horas viajando.
Somos conscientes que en muchas ocasiones las formaciones ejecutivas se llevan en horarios extra-oficina o se superponen a las jornadas laborales en medio de reuniones y proyectos en marcha, esto implica un gran sacrificio.
Por ello, es imperioso -siempre que te sea posible- que las formaciones que elijas no esté enfocada en la institución que la brinda, el/la/los/las docente/s que la dictan o en la empresa que la solicita, sino centrada EN LA PERSONA que la cursa, es decir: TÚ.
Porque eres Tú el/la verdadero/a protagonista de tu historia educativa y profesional.
Respetuosos de tu tiempo, potenciadores de tu talento en CapacitaRSE te ayudamos a impulsar tu carrera en sostenibilidad.
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