En un mundo donde el consumo se ha vuelto una exigencia cotidiana, se hace necesario ser críticos con nuestra forma de vida y aplicar valores éticos. Para ello, es importante exigir información e informarnos acerca de las condiciones sociales y ambientales en las que un producto o servicio ha sido elaborado, cómo ha llegado a nosotros y cuáles son sus impactos sobre el ambiente. De esta forma, podremos tomar decisiones más responsables y conscientes acerca de lo que consumimos.
Una opción ética y ecológica es reducir nuestro consumo, optando por un modelo de bienestar y felicidad no basado en la posesión de bienes materiales. Practicar un consumo respetuoso con la naturaleza, reduciendo, reutilizando y reciclando productos ecológicos y artesanos, es otra forma de promover la sostenibilidad ambiental y económica. De esta manera, podremos impulsar la eficiencia en el uso de los recursos y fomentar una economía circular.
A su vez, practicar un consumo solidario y socialmente justo, respetuoso de las personas y las culturas, es fundamental para construir una sociedad más equitativa y justa. Esto implica que debemos asegurarnos de que los productos que consumimos no provienen de explotación laboral o discriminación. Con un enfoque consciente y ético en nuestro consumo, podemos ser parte de una transformación positiva en nuestra sociedad y en el planeta.
De esta forma la Circularidad, se vuelve un tema estratégico para la Sostenibilidad corporativa, proporcionando fundamentos y planes de acción con indicadores que contribuyen a medir las mejores oportunidades de acceso a bienes y servicios sostenibles.
El verdadero problema que ataca la Economía Circular
El consumo actual de materiales a nivel global sigue siendo mayoritariamente lineal, lo que significa que los recursos son extraídos, utilizados y luego desechados en forma de residuos, en lugar de ser reutilizados o reciclados. Sin embargo, la economía circular se está convirtiendo en una alternativa cada vez más popular para reducir el consumo de materiales y promover la sostenibilidad.
Según el informe Circularity Gap Report 2023, se estima que la tasa global de circularidad actual es del 7,2%, lo que implica una disminución respecto de las cifras de 2022 acerca del porcentaje de los materiales utilizados en la economía global que son reciclados o reutilizados. El informe también destaca que la cantidad de materiales extraídos en el mundo se ha cuadruplicado en los últimos 50 años, y que el consumo per cápita de materiales sigue en aumento.
Mientras muchas organizaciones desvían el foco de atención hacia los plásticos, el principal problema que puede solucionar las prácticas de circularidad es el del consumo de materiales, que es donde radica la razón de ser de muchos de los problemas de sostenibilidad que padece hoy el mundo, empezando por las emisiones de CO2.
No sólo es un buen negocio, sino que además permitiría priorizar a muchas pymes de la cadena de suministro global, generando además millones de puestos de trabajo.
Según un reciente informe de la CEPAL, países como Perú podrían incrementar su PBI hasta en un 2,18% para 2030 si avanzaran de forma decidida en las condiciones que propicionen la Circularidad a nivel industrial.
Prepararse para un escenario en crecimiento
En CapacitaRSE, la nueva edición del Diplomado de Innovación y Gestión de la Circularidad te espera para formarte al mejor nivel y aprender a integrar estas prácticas en la Estrategia de Sostenibilidad de cualquier tipo de organización, de modo de aprovechar las nuevas oportunidades de negocio y financiamiento que están impulsando las últimas regulaciones establecidas en los países de América Latina y Caribe.
0 Comments