El paradigma de gestión que está pisando fuerte en el ámbito empresarial es, sin lugar a dudas, el trabajo colaborativo. Si algo aprendimos con la evolución de la web 2.0 es la gran capacidad de sinergia que se puede generar cuando se comienza a confiar en la mirada del otro. La gestión empieza a tomar este rumbo, y cuando lo hace comienza a enriquecerse y a potenciarse. Esta claro que se presentan una serie de desafíos y que, como todo proceso novedoso, tiene sus apocalípticos, sus integrados y sus “estoy mirando”. Pero creo que esta nueva aproximación a la gestión es mucho más productiva y genera mucho más compromiso entre los integrantes de una empresa que los modelos ya conocidos.
Nos encontramos frente a la necesidad de un cambio estructural y conciencial de la organización, ya que ésta debe pasar de ser vertical a ser horizontal. Para ello debe desarrollar la flexibilidad e implementar el trabajo por objetivos.
En cuanto a la gerencia, el desafío se presenta en términos de liderazgo. En este tipo de empresa horizontal el líder debe acercarse a la figura de referente, debe poseer una gran capacidad de empatía e inteligencia emocional y social, y debe poder generar y canalizar sinergias.
Otro de los desafíos es el manejo de la competencia dentro de la empresa. La gerencia no debe incentivar la competencia sino la complementación, es un paradigma completamente distinto al que se venía dando; genera, también resultados distintos: un mejor clima laboral, mayor entusiasmo en la resolución de problemas, revalorización del rol personal en función del equipo, incremento de la autoestima y creatividad.
La elección de los equipos de trabajo parece ser un tema fundamental: un equipo que tenga el potencial de generar lazos profesionales, que esté abierto al diálogo, que no sea competitivo, pero sí competente. Un equipo de trabajo comprometido con los principios de la empresa, con un alto grado de responsabilidad. En este apartado creo que existen varias herramientas que nos ayudan en la elección de los perfiles: la astrología, la grafología son dos disciplinas que funcionan bien a la hora de definir equipos de trabajo.
La empresa en este tipo de paradigmas debe encontrar su centro, su razón de ser más allá del negocio; incorporar la RSE en su ADN. Una empresa dentro del paradigma 2.0 debe incorporar a la RSE como parte de su estrategia. Poco a poco se está tomando conciencia de esta necesidad. El grupo de trabajo se potencia si existe un fin más allá del negocio. Se genera valor agregado y se refuerza el compromiso ya no con una empresa como marca, sino como actora en la sociedad.
El desafío para las empresas que están jugando desde hace rato es la integración entre los colaboradores que pertenecen a distintas generaciones, la evangelización, poner en el debate la necesidad de la sinergia. Y, otra vez, apostar a la complementación y a la revalorización de las capacidades individuales en pos del trabajo grupal.
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