La gran renuncia, la perdida de rendimiento, el mal clima laboral, la renuncia silenciosa, son los efectos de una causa profunda instaurada en las raíces mismas de la vida corporativa.
¿Cuál es la próxima revolución empresarial y por qué debería importarte?
La salud mental como nuevo reto prioritario para el mercado laboral
Según un nuevo informe de la OCDE 1 de cada 5 trabajadores sufre trastornos de salud mental (depresión o ansiedad) y 3 de cada 4 sufren algún trastorno mental que redunda en la reducción de la productividad en el trabajo.
Ya en 2021 mencionaba que los costos individuales y sociales se habían cifrado en hasta un 4,2 % del producto interior bruto (PIB). Eso incluía el gasto directo para el tratamiento de las patologías mentales, así como el impacto por la reducción de la tasa de empleo y la caída de la productividad, que suponían más de un tercio del total.
Queda claro que los factores “intangibles” (comúnmente asociados a los factores humanos y derivados) tienen un impacto tangible.
Este fenómeno lo observamos intensificado entre las mujeres, que suelen ser, también, quienes llevan adelante su casa y la crianza de los hijos y/o tareas de cuidado.
¿Tienes la sensación de estar siempre en guardia, recibir un trato injusto y/o una carga de trabajo poco razonable? ¿Llevas la autoexigencia al extremo? ¿Reaccionas de manera exagerada y luego te embarga la culpa? ¿Tienes mayormente pensamientos negativos acerca de ti mismo y de los otros? ¿Te sientes inseguro acerca de tu capacidad de resolver tus problemas personales? ¿Sientes que no tienes control sobre tu tiempo?
Una mayoría de respuestas afirmativas a estas preguntas podrían estar dando una señal de alarma que deberías tomar muy en serio, puedes estar sufriendo síntomas relacionados con el burnout, una de las causas principales de bajas prolongadas en el ámbito laboral.
Si eres empresario, líder, inversionista o parte de cualquier equipo de trabajo seguramente tuviste, tengas o tendrás acceso a climas laborales hostiles, problemas en tu productividad, falta de foco, sufras procrastinación, sensación de agobio, desmotivación, y/o agotamiento crónico.
No eres solo tú. Puede que la cultura de tu empresa o los criterios/sesgos sociales tengan bastante influencia sobre tu comportamiento.
La gran renuncia, la perdida de rendimiento, el mal clima laboral y la renuncia silenciosa, son los efectos de una causa profunda instaurada en las raíces mismas de la vida corporativa.
¿Es necesario llegar a este punto? ¿Podemos como empresarios, líderes de equipo o simples hombres o mujeres libres evitar esta catástrofe humanitaria en el mundo corporativo y en nuestra propia vida?
La (necesaria) revolución humana
Estamos parados en medio de una revolución que se vuelve cada vez más urgente: la revolución humana.
Una serie de factores nos ponen al borde del abismo de nuestra manera de pensar la empresa, el trabajo, las relaciones, el liderazgo y nuestra propia productividad. Es la incomodidad la que nos despierta del letargo conceptual y nos obliga a replantearnos saberes y haceres que dábamos por inamovibles.
La era de los recursos humanos, donde la fuerza laboral era considerada un factor de producción en la que lo más relevante era su productividad económica, está dejando de tener sentido en un mundo cada vez más traspasado por la IA, la automatización, digitalización y las tecnologías.
La falacia del costo hundido está llevando a algunas empresas al fracaso. Se observa en la resistencia frente a la transformación digital y la falta de visión estratégica en cuestiones humanas y tecnológicas.
Es tiempo de reaccionar y comenzar a plantearse preguntas diferentes si queremos liderar una transformación sostenible.
La Agenda 2030, los ESG, la sostenibilidad como imperativo y responsabilidad social empresarial (y humana) son respuestas que se quedan en la superficie, sin posibilidad de éxito real si no ponemos las personas al centro.
¿Es posible ser una empresa sostenible sin stakeholders involucrados?
¿Es posible crear, mantener y reforzar la licencia social para operar en una comunidad sin empatizar, escuchar y dialogar?
¿Es posible un mundo que apunte a la sostenibilidad sin sostener a los humanos que la componen?
El principal desafío en esta revolución humana es comprender la singularidad del otro y de nosotros mismos.
¿Cómo surge la Sostenibilidad Humana?
En CapacitaRSE, desde 2018, venimos elaborado un concepto que nuclea una serie de definiciones, criterios, estrategias y herramientas destinadas a comprender e implementar una sostenibilidad de y para humanos, como parte intrínseca de una estrategia personal y empresarial de juego infinito.
Creamos un HUB, y programas innovadores que ayudan a las personas de las organizaciones a entrenar sus habilidades esenciales (comúnmente llamadas soft skils), para encontrar sus ventajas competitivas, aprender a integrar su ser profesional con su ser personal y social con foco en el bienestar individual y colectivo.
Incluimos, además, estos principios, de manera transversal, en toda nuestra propuesta de formación. Y hoy queremos compartir con ustedes parte de nuestro know how porque creemos que más voces deben sumarse a esta conversación.
¿Qué es la Sostenibilidad Humana? (definición)
Pensamos la Sostenibilidad Humana como el desarrollo que satisface las necesidades humanas del presente sin comprometer su futuro, garantizando el equilibrio entre el crecimiento personal, profesional, el bienestar individual (salud mental, emocional y orgánica; oportunidad de trascendencia) e interpersonal con foco en la creación de un legado fundado en valores y replicado en comportamientos.
El ser humano posee 3 activos que le son (o deberían serle) propios: el tiempo, la atención, la energía. Con ellos construye su identidad, a base de decisiones y acciones. Esa identidad interactúa con otras identidades por medio de conexiones y el conjunto de conexiones genera el entorno mundial que impacta a su vez en nosotros y en nuestras decisiones. Es, por tanto, multidimensional y escalable.
El ser humano tiene un poder que les es propio: la toma de decisiones.
Este poder en el corto plazo impacta directamente sobre su futuro y sobre el futuro de la humanidad. Es un poder que implica: responsabilidad social, visión a largo plazo y respeto por nuestros propios valores, aunque no siempre se ejerza con la debida conciencia.
La Sostenibilidad Humana, como tal, tiene un efecto multiplicador y sistémico. Cada pequeña acción que realizamos tiene un impacto en otros y en el ambiente y a través de ellos, en nosotros mismos. Existe una relación intrínseca entre la persona, la sociedad y el ambiente, relación de independencia e interdependencia.
El concepto de Sostenibilidad Humana tiene varias dimensiones, incluye criterios y herramientas y puede ser analizado desde diversas perspectivas (organizacionales, grupales e individuales) y desde diversas disciplinas tal como veremos en próximos artículos.
¿Por qué es relevante la Sostenibilidad Humana dentro de una organización?
Tu empresa está hecha de personas. Es decir, que si las personas tienen afectaciones, tu empresa tendrá afectaciones.
Cada uno de tus grupos de interés está hecho de personas.
Tu mismo/a eres ser humano y como tal te debes crear y sostener un ecosistema que te permita crecer, evolucionar en el ámbito profesional y personal, de manera sostenible, es decir, sin poner en jaque tu futuro ni el de aquellos que te rodean.
Si los integrantes de una organización no encuentran una relativa armonía entre sí, reglas de juego claras y espacios de comunicación saludables, originarán climas tóxicos y fomentarán culturas negativas que pondrán en jaque el crecimiento y el éxito de la organización.
Todo comienza con una elección, pero llega a evolucionar gracias a la consistencia, siempre ha sido así… hasta hoy. ¿Cómo ser consistentes en un mundo que cambia vertiginosamente? Vivimos en tiempos en que las demandas de las partes interesadas y de nosotros mismos están cambiando, puedes verlo a diario en tu gestión. Debemos encontrar un marcador común, algo que permanezca estable en medio de la volatilidad del mercado y del mundo: de momento lo hallamos en la sincronización del propósito y los valores (Personal / de la Organización / de sus grupos de interés) con la creación de iniciativas que fomenten la Sostenibilidad Humana en la práctica.
Lo que buscamos, en síntesis, es una visión de futuro y una ejecución en el corto plazo, dentro de entornos VUCA. Entornos que, está demostrado, crean ritmos de cambio no lineal.
Esta era impone algunos aprendizajes organizacionales esenciales:
- Aprender a aprender y aprender a desaprender.
- Aprender a ver más allá de nuestros sesgos y de los de nuestra empresa
- Basar nuestras consistencias en valores, no en estrategias.
- Entrenar la agilidad y tomar nuestras decisiones sin perder de vista la humanidad de las personas.
- Aprender a comprender y accionar con inteligencia lógica, emocional, social y ecológica.
- Aprender a crear una cultura basada en valores que multiplique los resultados, teniendo en cuenta que cuando uno observa una empresa, no es la cultura lo que observa, sino sus efectos.
Cada uno de estos aprendizajes está liderado o es ejercido por seres humanos.
De estos aprendizajes extraemos:
- Que si la cultura es como una gravedad que tiene un alcance y una escala, quienes la originan tienen que ser lo suficientemente humanos para validarla a diario para que sea realmente sostenible.
- La importancia de incluir el long term learning en nuestra estrategia personal y profesional
La sostenibilidad humana es un proceso, no un resultado
Es importante resaltar que la Sostenibilidad Humana es un proceso que se produce dentro y fuera de la organización, siendo la organización como tal y los propios interesados quienes deberán generar la alineación de criterios, espacios y acciones.
Como todo ecosistema vivo está en continuo cambio y evolución, por tanto, debería contar con espacios destinados a la evaluación continua (de procesos) y una dinámica más afín al pensamiento ágil que al pensamiento waterfall, con el fin de crear una entrega de valor continua e incremental para con nosotros mismos y para con los demás.
Instancias, dimensiones, aspectos, activos y relaciones dentro del proceso en Sostenibilidad Humana
El proceso incluye las instancias de
- Mapear: identificar vulnerabilidades y fortalezas (de base, actuales y futuras) y temas materiales
- Definir: Valores raíz, metas e identidades en función de variables sistemicas alineadas con esos valores y temas materiales.
- Integrar: Sincronizar SH con las operaciones diarias, dar seguimiento de impacto. ¿Qué dicen y qué no dicen los resultados?
- Comprometer/se con el proceso de manera tal de contribuir en crear y fortalecer una identidad individual y una cultura organizacional saludable.
Como instancia transversal, mencionamos el aprendizaje (long term learning) y la evaluación (como observación, aprendizaje y rectificación de proceso, más que instancia normativa).
Este proceso tiene la posibilidad de iterar:
- en cada dimensión (individuo / empresa / comunidad)
- en cada aspecto (mente/ cuerpo / emoción)
- en cada activo (tiempo / energía / atención)
- en cada relación (individual (tu contigo) de pareja/ familiar / de amistad/ laboral / profesional / comunitaria / ambiental)
Dentro de la mirada organizacional: Los beneficios de los empleados comprometidos incluyen una mayor lealtad y una mayor disposición a recomendar la empresa a otros. Los consumidores hacen que las empresas y sus marcas sean responsables del impacto de su conducta en los empleados, la sociedad y el medio ambiente.
Un estudio descubrió que las marcas impulsadas por un propósito (valores) logran más del doble de crecimiento del valor de la marca que las marcas que se enfocan únicamente en la generación de ganancias.
Comprender para operar de manera eficiente, en terminos de Sostenibilidad Humana, incluye conceptos como: valores, vulnerabilidad, empatía, mindset (mentalidad), intuición, coraje, sesgos cognitivos, paradojas, disonancias cognitivas, desasociego, variabilidad; conceptos mayormente intangibles, sí, pero de los cuales pueden percibirse sus efectos en lo tangible.
La mirada desde la Sostenibilidad Humana, es honesta y flexible, no busca crear super-hombres o super-mujeres, sino ayudar a comprender las complejas relaciones sistémicas -dentro y fuera del ámbito laboral- para que el aporte de valor y el crecimiento, no mine el bienestar propio, colectivo ni al ambiente a futuro.
¿Tu qué crees? ¿Cuál es tu experiencia?
Súmate a la conversación.
Toma la delantera
Implementa la Sostenibilidad Humana
Di adiós al caos, conquista tus metas y disfruta de tu vida. Se acabó el “no tengo tiempo”, “algún día” o elegir entre tu salud mental, tu familia y tus hobbies o ser exitoso/a en tu carrera.
Lo puedes todo, solo es cuestión de contraste, proporción y claridad.
Lo consigues con este diplomado.
El 70% de nuestras acciones cotidianas están dominadas por los hábitos, puede que no lo hayas notado porque son nuestros puntos ciegos.
Lejos de ser una prisión, el diseño de hábitos de alto rendimiento te dará mayor perspectiva, tiempo y energía para enfocarte en tus prioridades y alcanzar el éxito en lo profesional y en tu vida.
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Leer este artículo realmente me reconfortó y me llenó de esperanza. Estas ideas, son semillas que es preciso diseminar para transitar hacia una cultura del convivir enmarcada en valores humanos . Gracias !
Muy interesante que el eje sea el bienestar de la organización interviniendo en los diferentes sistemas, y teniendo como base valores tan importantes como la empatía y la lealtad! El futuro es esperanzador con esta perspectiva!!!
“Una cultura del convivir enmarcada en valores humanos” has dado en el clavo Sandra. Excelente highlight. Muchas gracias por tu comentario y aliento.
Gracias también Gabriela por tu síntesis. Es un trabajo diario que requiere compromiso de todos los stakeholders. Poner el eje en las personas requiere para muchas organizaciones modificaciones profundas de sus culturas corporativas y sus perspectivas.
Un abrazo a ambas y muchas gracias por sus valiosos aportes.