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Cómo construir una identidad laboral antifrágil

Nov 15, 2022 | Liderazgo y Emociones, Sostenibilidad, Sostenibilidad humana, Transformación Digital

[Tiempo de lectura 3 minutos]

El mundo avanza a pasos agigantados a nivel tecnológico: la Web3, la Inteligencia Artificial, la robótica y la pronta incorporación de la 5G cambiarán completamente el mundo, incluido el del trabajo. Esto trae riesgos, pero también oportunidades.

¿Cómo priorizar las segundas por sobre las primeras? ¿Cómo sortear la incertidumbre y la volatilidad y salir fortalecidos de este contexto? De eso hablaremos en este artículo.

¿Hay fortaleza posible en el caos?

El rápido desarrollo de la tecnología ha supuesto un gran cambio en la forma en que hacemos las cosas. También ha cambiado la forma en que interactuamos con los demás y cómo vivimos nuestras vidas.

Está claro que se requiere un nuevo nivel de inteligencia emocional para poder adaptarse y prosperar en este entorno donde, además, el creciente y necesario compromiso por lo ambiental, lo social y la gobernanza, están cambiando las reglas de juego del mundo.

Las personas, en su lecho de muerte, no se arrepienten de haber trabajado poco o haber comprado menos. El núcleo central de sus arrepentimientos se relaciona con su felicidad, sus afectos y los vínculos que ha sabido crear y sostener.

¿Que qué tiene que ver esto con la antifragilidad, la tecnología y el mundo del trabajo? Todo.

Este input es en realidad una pista acerca de lo que nos hace humanos: esa vulnerabilidad es nuestra fortaleza y se construye en el plano de las emociones.

No tener miedo a la vulnerabilidad es el primer paso para construir una identidad antifrágil y avanzar hacia una madurez emocional. Esto nos prepara no solo para resistir a los golpes, sino que incluso nos ayuda a mejorar gracias a ellos. Una persona madura emocionalmente gestiona el estrés y comprende que los errores no son fracasos, sino pasos hacia el éxito.

Entrenarse en ambientes inestables nos ayuda a ser flexibles y hacer del caos una posibilidad de innovación. En eso los latinoamericanos tenemos vasta experiencia.

Del mundo de la tecnología podemos aprender de sus procesos: iterar es, entonces, una de las formas de mejorar la performance personal, profesional y relacional.

De estos dos inputs:

  • entrenarse en ambientes inestables
  • aprender a iterar

surge una de las competencias más importantes en el mundo laborar del presente (y del futuro): la agilidad emocional.

La agilidad emocional como recurso

Las personas con agilidad emocional saben identificar sus sentimientos y emociones, son capaces de comprender qué sienten, con qué intensidad y cómo regresar a su estado de equilibrio. Son conscientes que el equilibrio no es estático y que el aprendizaje continuo y la habilidad de integración son sus activos más valiosos.

Sabe que los errores son parte de la experiencia, por tanto, no teme cometerlos. Tener internalizada esta manera de relacionarse con los proyectos, le ayuda a ser más compasivo consigo mismo y con los otros, entre ellos su equipo de trabajo, sus amigos y/o familia.

Se respeta y respeta a los otros. Tiene capacidad de controlar la comunicación verbal y no verbal, poniendo a la emoción a su favor, es asertivo y basa sus relaciones en la confianza.

Lo robusto aguanta los choques y sigue igual; lo antifrágil mejora. Quizás este sea el concepto más interesante de esta era, observamos esta propiedad detrás de todo lo que ha cambiado con el tiempo: las revoluciones, la innovación tecnológica, la supervivencia empresarial, las bacterias resistentes.

La inteligencia emocional puede ayudarnos a ser menos frágiles en entornos volátiles e incluso a salir fortalecidos. La sostenibilidad humana es uno de los ejes transversales en la creación de una identidad laboral antifrágil. 

¿Qué opinas de esta reflexión?

¿Has observado la necesidad de la agilidad emocional en tu vida cotidiana, laboral y personal?

Comparte tu historia en los comentarios:

Conceptos

Inteligencia emocional: Llamamos inteligencia emocional a la capacidad de comprender y regular las propias emociones, así como comprender las de los demás, lo que redunda en una mejor creación de vínculos y trae como consecuencia mayor bienestar personal y social.

Antifragilidad: Según Nassim Taleb, la cualidad de las cosas que se benefician o mejoran con el desorden, la irregularidad, la volatilidad, la poca estabilidad, el caos, el azar.

 

La relación entre la inteligencia emocional, la tecnología y la antifragilidad en el mundo del trabajo, es uno de los insights que estaremos trabajando en nuestro Certificado Internacional en Riesgos ESGT.

2 Comments

  1. Hola amigos/as! Eso es: sostenibilidad humana!
    Hace tiempo vengo pensando lo mismo, que la sostenibilidad comienza por casa, es decir por uno/a, luego por la organización propia (empresa, familia, grupo de amigos/as, etc), y luego viene todo lo demás. No podemos entregar lo que no tenemos, el resto es pura teoría e ideas de moda (aún cuando sea mejor que nada).
    Sigan con este tipo de artículos, estaré atenta!

  2. Muchas gracias por tu comentario, Eloisa!
    Así es, lo has dicho con una claridad impecable. Todo conocimiento, teoría, método que no tenga aplicación en la vida diaria (personal, social, organizacional) no tiene sentido.
    Nos alegra que estos artículos sean de tu interés, aquí tienes un posteo en donde punteamos un poco el abordaje de la Sostenibilidad Humana: https://www.cursosderse.com/2022/10/sostenibilidad-humana/
    Un abrazo.

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